"La respuesta proactiva del Gobierno permitió al país evitar una epidemia masiva, salvando vidas", subraya la institución con sede en Washington, que señala que la continuación de las políticas pertinentes será "fundamental" para limitar el impacto económico, social y sanitario de la crisis y permitir así una aceleración de la recuperación.
En su informe de seguimiento de la situación económica de Marruecos "Perspectivas económicas e impacto de la crisis del COVID-19", el Banco Mundial subraya que en los dos últimos decenios "Marruecos ha realizado progresos sociales y económicos significativos gracias a importantes inversiones públicas, a reformas estructurales y a medidas destinadas a garantizar la estabilidad macroeconómica".
Sin embargo, la misma fuente considera que "la crisis del COVID-19 está empujando bruscamente la economía marroquí hacia una grave recesión, la primera desde 1995", y destaca que "la economía debería verse doblemente afectada por los choques económicos internos y externos".
Así, se prevé que el PIB real de la economía marroquí se contraiga en un 4% en 2020 en el escenario de referencia, lo que contrasta fuertemente con la expansión del 3,6% prevista antes de la epidemia.
"El mercado laboral se enfrenta a un choque de proporciones históricas, los trabajadores vulnerables, especialmente los del sector informal, estarán particularmente afectados", prosigue la misma fuente.
La ayuda del Gobierno ha reducido en parte la pérdida para el 19% de los hogares, especialmente en el sector no estructurado, constata el Banco Mundial, que señala que se prevé que los déficits gemelos de Marruecos se deterioren, pero siguen siendo "manejables".
Asimismo, a pesar de la disminución de las importaciones, el déficit en cuenta corriente debería ampliarse al 8,4% en 2020, reflejando una fuerte caída de los ingresos de las exportaciones, del turismo y de las transferencias.
En términos presupuestarios, se prevé que los ingresos (excluidos los recaudados a través del Fondo Especial Covid) se contraigan materialmente con respecto a las previsiones anteriores en 2020 y 2021, mientras se espera que aumenten los gastos en 2020 debido a los gastos adicionales en materia de salud, protección social y otras respuestas políticas del COVID-19.
Como resultado, "se prevé que el déficit presupuestario global se amplíe hasta el 7,5% del PIB en 2020, casi 4 puntos porcentuales por encima de lo previsto antes del COVID-19", según la institución de Bretton Woods. Por su parte, la deuda pública y externa debería aumentar también, pero permanecer "sostenible".