Tres aviones Canadairs de las Fuerzas Armadas Reales (FAR), siete camiones cisterna de la Protección Civil y tres vehículos de intervención de los servicios de Aguas y Bosques y Lucha contra la Desertificación fueron movilizados para apagar el incendio que estalló en una zona de difícil acceso, en condiciones climáticas marcadas por el aumento de las temperaturas y los vientos recurrentes.
Por otra parte, fueron movilizados también cientos de elementos de la protección civil, Aguas y Bosques, las FAR y la Protección Nacional para contener las llamas, bajo la supervisión de las autoridades prefectorales.
Según las estimaciones iniciales, el incendio destruyó unas 50 hectáreas de cubierta forestal, compuesta principalmente de pino carrasco, alcornoque y especies secundarias.