Al final de un encuentro bilateral, Riester se felicitó de la sólida asociación entre Marruecos y Francia, como lo demuestran el comercio y los profundos vínculos entre los tejidos económicos de ambos países, añadiendo que esta asociación debería abarcar, más allá de los oficios tradicionales, sectores de futuro que permitan la descarbonización de la economía como la energía renovable, la ciudad sostenible o la "Smart city".
También se trata de centrarse en las nuevas tecnologías, un sector que es objeto de creciente interés en Marruecos, indicó, y pidió que se trabaje conjuntamente para desarrollar asociaciones en África, dada la ubicación privilegiada del Reino a las puertas de este continente.
Riester, que eligió Marruecos para su primer viaje fuera de la Unión Europea (UE), expresó su deseo de desarrollar las exportaciones marroquíes a Francia y viceversa, aprovechando al mismo tiempo la historia común de los dos países y su proximidad geográfica, cultural y lingüística.
Por su parte, Alj indicó que "podemos ir aún más lejos, especialmente estableciendo más sinergias entre nuestras respectivas PYMES, fomentando más inversiones y coinversiones, fortaleciendo nuestro comercio y abriéndonos más a los oficios del futuro, como la energía renovable, la inteligencia digital y la artificial".
Cabe recordar el contexto de la pandemia en el que la cooperación es fundamental para hacer frente conjuntamente a los desafíos mundiales existentes y emergentes, como el de los operadores europeos y, en particular, los franceses, que ahora tratan de acortar sus cadenas de suministro.
"Si Marruecos ha alcanzado una cierta velocidad de crucero en sectores como la automoción, la aeronáutica, la elaboración de alimentos, la electrónica, la llegada de la pandemia nos llama, como en todas partes, con su cuota de desafíos, desafíos que son ciertamente enormes pero que nuestro país pretende transformar en oportunidades", dijo.