"Que quede claro para quienes quieran escucharlo, que los esfuerzos y la buena voluntad de Marruecos para poner fin a este diferendo regional tienen como punto de partida y como finalidad esta evidencia, se ancló en el alma del pueblo marroquí de Tánger a Lagouira", sostuvo Hilale ante los miembros de la Comisión.
La marroquinidad del Sáhara, insistió el embajador, es una evidencia histórica, política, geográfica, humana, religiosa y jurídica. "La historia es obstinada y no puede ser cambiada por las interpretaciones engañosas y variables de los principios de algunos, los intereses geopolíticos de otros y los objetivos hegemónicos de algunos", agregó.
En esta línea, el diplomático marroquí recordó que el Reino de Marruecos celebra, este viernes, con júbilo, orgullo e inquebrantable convicción en sus legítimos derechos sobre sus Provincias del Sur, el 45º Aniversario de la gloriosa Marcha Verde.
"Este sagrado acontecimiento, que permitió a Marruecos recuperar pacíficamente sus provincias saharianas, es una epopeya histórica grabada en la memoria del pueblo marroquí. El Reino, en virtud de las resoluciones de la Asamblea General, negoció y firmó el 14 de noviembre de 1975, con España, el Acuerdo de Madrid por el que recuperó sus provincias saharianas. Este Acuerdo fue depositado el 18 de noviembre de 1975 en poder del Secretario General de las Naciones Unidas y aprobado por la Asamblea General en su resolución 3458B de 10 de diciembre de 1975", precisó.
"El diferendo regional sobre el Sáhara marroquí es una cuestión de integridad territorial del Reino de Marruecos, y no de descolonización", subrayó el diplomático marroquí.