"El ejército marroquí se vio obligado recientemente a intervenir en el puesto fronterizo de El Guerguarat, en el extremo sur del país, en la frontera con Mauritania, para restablecer un tráfico por carretera que diversos elementos del polisario habían interrumpido sin que se pudiera comprender realmente lo que se esperaba de una estrategia de este tipo", escribió Carteron en un análisis a raíz de los recientes acontecimientos en El Guerguerat.
El mismo destacó que "el polisario - grupo que queda por definir con precisión - es el títere de Argel. Pretende representar a la población local y habría decretado un estado de guerra", señalando que "cuando se conoce la modernidad y el poder de las Fuerzas Armadas Marroquíes, esto podría hacer sonreír si la realidad no fuera tan desoladora".
En este análisis titulado "El Guerguarat aclara un poco un falso conflicto del que nadie tiene que preocuparse", Carteron recuerda que en 1975, cuando España puso fin a una colonización que data de finales del siglo XIX, Marruecos recuperó esta vasta extensión de 266.000 km2 que, desde tiempos inmemoriables, formaba parte del Reino.
"Hace años que se esperaba la salida de los españoles. El difunto SM el Rey Hassan II había tomado él mismo la iniciativa de incluir ese territorio en la lista de los territorios que debían descolonizarse de las Naciones Unidas. Este punto es esencial - y demasiado desconocido - porque hoy en día, Argelia se apoya en esta lista para gritar alto y fuerte que estos territorios siguen siendo colonizados y que Marruecos debería organizar allí un referéndum de autodeterminación!" prosiguió.
"¡Pero debemos saber que la descolonización terminó en 1975! ¡Se acabó! Marruecos ha recuperado sus territorios, que son parte integrante del Reino", afirmó Carteron, precisando que es Argelia, por el contrario, ¡bajo una máscara llamada «polisario» que busca por todos los medios reservarse una ventana estratégica sobre el Atlántico!
No obstante, recalcó el presidente fundador del Foro Crans Montana, "hay razones para este espasmo repentino de El Guerguarat: desde hace algunos años, el pueblo argelino está al final de sufrimientos que da pena ver", su país, a pesar de sus riquezas, "se encuentra, de manera más que sorprendente, en quiebra total", resaltando que "es el fruto de una gestión calamitosa de los asuntos públicos y de una desintegración permanente del poder político".
"Tenemos que estar tranquilos. El alto el fuego no se ve amenazado en absoluto por el incidente de El Guerguarat (…). No hay frente a Marruecos una fuerza militar organizada ni moral y con voluntad de luchar contra una potencia tan afirmada como la del Reino. Esto se convertiría en un desastre en menos de 24 horas", agregó.
En cambio, Carteron afirmó: "¡Nunca está de más recordar que nunca habrá referéndum en los territorios del sur de Marruecos! Hay que decirlo y afirmarlo para poner fin a ciertas especulaciones que no conducen a nada!".