El debate procede la votación en la tarde de una resolución urgente en la que se expresa la preocupación de los eurodiputados por la situación de las libertades en Argelia y se pide a la Unión Europea (UE) que intervenga para poner fin a las graves violaciones de los Derechos Humanos en el país.
Los diferentes eurodiputados que se turnaron en la tribuna señalaron la responsabilidad de las autoridades argelinas en el deterioro de la situación de las libertades. También denunciaron el uso del contexto de la crisis sanitaria para reforzar el control sobre los defensores y militantes de los Derechos Humanos.
Los diputados también denunciaron la práctica argelina de la tortura y los malos tratos a los prisioneros, llamando a la UE a utilizar todos los mecanismos a su disposición para exigir la liberación de estos detenidos y garantizar la libertad de expresión y de manifestación.
También se refirieron a la discriminación y el acoso que sufrían los cristianos en Argelia, en flagrante violación de la libertad de culto y el respeto de otras religiones monoteístas.
Recordando que "la renovación de Argelia no puede lograrse haciendo caso omiso de las libertades y aprovechando la crisis sanitaria para aumentar la represión", la diputada Salima Yenbou llamó a la Comisión Europea a adoptar a "una postura pública más firme" sobre el respeto de los Derechos Humanos en Argelia y a exigir a las autoridades argelinas poner fin a las detenciones arbitrarias.
Para el eurodiputado Nacho Sánchez Amor, la situación actual de Argelia "nos muestra la brecha entre el discurso de los dirigentes y la realidad sobre el terreno", señalando que "los abusos, la represión, los malos tratos, la censura y la persecución deben cesar en este país, lejos de los discursos y las promesas teóricas".
Por su parte, el eurodiputado Peter Van Dalen lamentó el deterioro de la situación de los Derechos Humanos en Argelia y de las libertades religiosas, y preguntó al alto representante de la UE para la Política Extranjera y la Seguridad, Josep Borrell, qué piensa hacer al respecto.
La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, Maria Arena, expresó, por su parte, el apoyo de la institución al pueblo argelino "ante la adversidad de un régimen que reprime, arresta, acosa durante meses", argumentando que "la pandemia ha empeorado la situación".
Citando uno por uno los nombres de los argelinos detenidos por ejercer su derecho a la palabra, el diputado Mounir Satouri llamó a la liberación inmediata de todos los presos de conciencia en Argelia.
Por su parte, el diputado Pierfrancesco Majorino criticó la utilización de las leyes por parte de las autoridades argelinas para reprimir a los defensores
de la opinión.