Publicado en la revista científica internacional “Geobiology” y elaborado por un equipo de investigación de la UCA en el marco de la tesis doctoral de Ibtissam Chraiki, en colaboración con investigadores de Francia (Univ. de Poitiers) y de Inglaterra (Univ. de Cardiff), este estudio demostró que los microbios fueron capaces de colonizar y prosperar en ambientes extremófilos asociados a un entorno muy confinado del lago volcánico, informó la UCA en un comunicado.
La aparición de los primeros rastros de vida en la Tierra se produjo hace entre 3.500 y 3.800 millones de años, en forma microbiana (bacterias). Estos organismos resistirán todas las crisis biológicas y medioambientales, desde el tiempo geológico hasta la actualidad.
Mucho antes de la aparición de los organismos complejos, hace unos 570 millones de años, las comunidades microbianas ya ocupaban casi todos los ecosistemas, tanto marinos como continentales.
Este estudio, explicó la misma fuente, se centró en uno de los pocos testigos del desarrollo de comunidades microbianas adaptadas a entornos extremos en una zona del sureste de Marruecos, ubicada en la región de Uarzazat, cerca de la localidad de Amane Tazgart, donde los rastros de vida se encuentran en un excelente estado de conservación.
Este testimonio podría servir de análogo terrestre para la búsqueda de formas de vida simples que puedan existir en otros planetas, aparentemente inviables según las teorías clásicas, prosiguió el comunicado.
El estudio, que fue apoyado por la Academia Hassan II de Ciencias y Técnicas, forma parte del proyecto titulado "Estudio integrado de la evolución de la biosfera en relación con las fluctuaciones del nivel de oxígeno registradas desde el Proterozoico hasta el Cámbrico".