La hostilidad de Argelia a la integridad territorial del Reino es un "obstáculo" a la emergencia de los países del Magreb y un obstáculo a la construcción de una Unión Magrebí capaz de hacer frente a los desafíos actuales, destacaron los panelistas durante el coloquio, celebrado por iniciativa de la asociación "As-Sahra", en colaboración con el Ministerio de Estado encargado de Derechos Humanos y Relaciones con el Parlamento.
La animosidad que alimenta el país vecino no se detuvo en la cuestión del Sáhara, sino que llegó al cierre de las fronteras, a pesar de la política de la mano tendida adoptada por SM el Rey Mohammed VI, y expresada repetidamente para abrir una nueva página en las relaciones bilaterales, señalaron los participantes.
Por su parte, el presidente del Instituto Alter Forum Internacional de Estudios Saharianos Al Andalus, Bachir Edkhil, indicó que los cambios a todos los niveles que experimenta el Reino y sus hazañas diplomáticas que le convirtieron en un modelo a seguir en la región, enfurecen aún más a Argelia.
Tras la decisión histórica de Estados Unidos de reconocer la soberanía de Marruecos sobre su Sáhara y la apertura de varios consulados en las provincias sur, la tensión aumentó con el vecino argelino, prosiguió Edkhil.
Como actores políticos, "reiteramos nuestra firme defensa de la primera causa nacional, así como la iniciativa marroquí de autonomía", precisó por su parte el secretario general del Partido del Progreso y del Socialismo (PPS), Nabil Benabdallah.
El presidente del Consejo Nacional del Partido del Istiqlal, Chiba Mae El Aynane, recordó, por su parte, que el Reino está seriamente implicado en el proceso de resolución de este conflicto artificial a través de la iniciativa de autonomía, "una solución calificada de seria, creíble y realista" por los organismos internacionales, en particular el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.