"Los grandes éxitos diplomáticos sucesivos y diversificados de Marruecos, realizados primero en el continente africano y luego en otros continentes, convencieron a numerosos países del mundo, encabezados por los Estados Unidos, de concretar su reconocimiento de la marroquidad del Sáhara, abriendo sus representaciones diplomáticas en las ciudades de Laayún y Dajla", escribe el periodista mauritano Ismail Rabbani en un artículo publicado por el periódico "Al-Wiam" bajo el título "Por estas razones, el polisario ondea la bandera blanca".
Según el periódico, "los dirigentes del frente separatista, apoyados por Argelia, se dieron cuenta de que estaban elaborando sus planes de escalada sobre arenas movedizas en un día de tormenta", afirmando que "los factores internos y muchos cambios regionales e internacionales han convertido sus ambiciones en espejismos".
El diario añadió que entre estos factores, además de los éxitos diplomáticos del Reino, hay "las reiteradas declaraciones de las Naciones Unidas, apoyadas por decisiones del Consejo de Seguridad, que consideran la iniciativa de autonomía para el Sáhara marroquí como una solución convincente, realista y práctica", además de los informes de la MINURSO, en los que se afirma que Marruecos actuó con la máxima moderación durante la crisis del cruce de El Guergarat, "responsabilizando al polisario de cualquier posible ruptura del acuerdo del cese al fuego firmado en 1991".
El periódico también destacó "el aumento del descontento en los campamentos de Tinduf ante las violaciones continuas de los Derechos Humanos, el desvío de la ayuda internacional y las divisiones entre los dirigentes del frente separatista", sosteniendo que "Argelia, que vive una revolución popular inacabada y una lucha de poder que está alcanzando su punto culminante, además de una crisis económica asfixiante debido a la corrupción y la pandemia de Covid-19, registra un aumento de las corrientes que piden la supresión del apoyo al +polisario+ de la lista de prioridades".