"Hay petróleo y gas en el subsuelo marroquí. Por ahora, se quedan allí. Desde 2009, el Reino apuesta por el desarrollo de las energías renovables para disminuir sus importaciones de fósiles, y lo mantiene, subraya la publicación francesa.
Citando al economista Mohammed Cherki, especialista en energías renovables, el periódico destaca que "para 2030, el país debería producir 2.000 MW de electricidad solar, 200 MW de eólica, 2.000 W de hidráulica. Esto cubre las necesidades energéticas del país en un 52%".
Después de Uarzazat y la primera gran central solar Noor, de un coste de 20 mil millones de dólares con sus extensiones 2 y 3, es la región de Sus-Massa que "puso en marcha el tren solar, en 2014", destaca la publicación.
Con un índice excepcional de días de sol de casi 300 días al año, "todas las ventajas estaban allí", indica el economista, citado por Ouest-France, señalando que Sus-Massa dispone también de viento en la costa, alrededor de Agadir, y de montañas, hacia el interior, donde se pueden construir presas.
Los proyectos se multiplican para alcanzar los objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero del 75% de aquí a 2030, programado por el Consejo Regional. En Midelt, se instalará una central híbrida -que combina el fotovoltaico y el solar térmico de compresión- aún más ambiciosa que la de Uarzazat, constata el periódico.