"En las cancillerías europeas, Marruecos debe ser objeto de intensos debates, de análisis permanente. Es hora de descifrar los múltiples mensajes que el Reino envía a las capitales de Europa. Ya no es el momento de fingir, del doble discurso y de la esquizofrenia diplomática. Ha llegado el momento de aclarar lo que está en juego y los intereses mutuos, de reconfigurar las relaciones a la luz de la aceleración de la historia que ha conocido el conflicto del Sáhara marroquí", afirma el politólogo en un análisis publicado el miércoles en el sitio web Atlasinfo.
"Hoy en día, Marruecos no puede seguir siendo el gendarme eficaz de Europa en su flanco sur, el país que vela por su estabilidad y equilibrio, que participa en su seguridad y desarrollo económico, y al mismo tiempo ser tratado con confusión, duplicidad basada en actitudes hipócritas e intereses egoístas", señala el editorialista en este análisis bajo el título "La hora de la verdad de Europa con Marruecos".
Sin embargo, en contra de estas expectativas, la diplomacia marroquí se ha visto "sorprendida" al comprobar que no sólo algunos países europeos no apoyan el "gran giro" estadounidense sobre el destino del Norte de África, sino que, lo que es peor, algunas "malas voluntades" han adoptado un enfoque que complica el funcionamiento y difumina el mensaje", dijo.
El mensaje marroquí a Europa, continuó, es "que es hora de abandonar esta zona gris de la postura multifacética", señalando que Marruecos "quiere y necesita cerrar definitivamente esta hemorragia de seguridad y económica en torno a la crisis fronteriza con Argelia y Mauritania y para ello necesita un posicionamiento europeo claro que tenga en cuenta los enormes intereses de Europa en esta región estratégica que es el norte de África".
Tossa señala en este sentido que es evidente que hoy en día Europa, que ha mostrado su preocupación por las posibles oleadas migratorias procedentes de África, tendrá que pensar urgentemente en una posición común para defender sus intereses.
"Ha llegado la hora de la verdad en las relaciones entre el Reino de Marruecos y sus aliados europeos. Y como es inimaginable que Marruecos pueda renunciar a un solo metro de su soberanía sobre su Sáhara histórico, es seguro que ha entrado en una lógica de verdad imparable en su forma de pensar sobre sus futuras relaciones con Europa hasta obtener una satisfacción, sea cual sea el precio político.