"Esto es lamentable y plantea un desafío. Para Marruecos, existe un buen tratado de vecindad entre los dos países. El hecho de no informar al gobierno marroquí de la presencia del denominado Ghali en España es hacer caso omiso de este tratado", indicó, en una declaración a la MAP, este profesor de relaciones internacionales en la Universidad de las Américas en Puebla, México.
Ante esta situación, "Marruecos tiene derecho a actuar con la misma hostilidad. Lo sabemos bien, es un criminal que el gobierno socialista esconde", añadió.
Para este experto en relaciones internacionales, Marruecos "colabora con sus asociados en todos los ámbitos, incluidos los aspectos económicos y de seguridad. En materia de migración, Marruecos apoya a la Unión Europea para hacer frente a la inmigración clandestina y luchar contra el tráfico de seres humanos".
Al mismo tiempo, señaló Villicaña, Marruecos se enfrenta al "flujo masivo de migrantes subsaharianos y de otros lugares que tratan de llegar a Europa pero terminan por instalarse en su territorio", recordando que Marruecos, al igual que su país, México, se convierten así para un gran número de migrantes en países de residencia y no sólo de tránsito.
Para el politólogo mexicano, el Reino "no debe aceptar el papel de policía de la UE, porque no puede impedir en modo alguno que todas las personas que quieren emigrar hacia Europa intenten tener una vida mejor. En general, proceden de territorios antiguamente colonizados y todavía explotados por los europeos".
El mismo concluyó que en solidaridad con la UE y "en nombre de la buena vecindad, Marruecos ha intentado detener las olas (de inmigrantes). Ahora, en la reciprocidad de las acciones de España, es justo que Marruecos revise también su política".