Durante su intervención, Medrek subrayó la centralidad de la cuestión palestina y los esfuerzos constantes de Marruecos por trabajar de forma constructiva para lograr una paz justa y duradera en la región.
A este respecto, recordó el papel de SM el Rey, presidente del Comité de Al Quds, en la defensa de los derechos legítimos del pueblo palestino, en la preservación del estatuto especial y del carácter musulmán de Al Quds Asharif y de la mezquita de Al Aqsa, y en la promoción de la ciudad santa como tierra de coexistencia entre las religiones monoteístas.
Asimismo, Medrek reiteró el apoyo constante de Marruecos a los palestinos, proporcionándoles la asistencia necesaria para superar el sufrimiento al que se enfrentan, refiriéndose, en particular, a la ayuda humanitaria enviada, recientemente, a Gaza.
Por otra parte, el diplomático marroquí insistió en el apoyo constante de Marruecos a un arreglo pacífico y a un diálogo destinado a establecer una paz justa y duradera en Oriente Medio, basada en la solución de dos Estados que convivan, sobre la base de las fronteras de 1967, las resoluciones de la ONU y el derecho internacional.
También se refirió a las especificidades y la complejidad del conflicto y al estancamiento de las conversaciones entre palestinos e israelíes, y pidió a la Comunidad Internacional que apoye el proceso de paz, promueva políticas para fomentar la confianza entre las distintas partes y elimine los obstáculos para una solución duradera y justa.
Medrek consideró que el proceso de paz en Oriente Medio, tal y como ha existido durante un cuarto de siglo, se ha derrumbado, afirmando que los últimos acontecimientos han demostrado la incapacidad del proceso de paz para resolver o gestionar el conflicto, argumentando que la Comunidad Internacional ha pasado de un "paradigma de solución" a un "paradigma de gestión" del conflicto.
En cuanto a la reanudación de las relaciones entre Marruecos e Israel, Medrek precisó que esta nueva dinámica se debe en gran medida al inquebrantable apego de la comunidad judía marroquí a su país de origen y a los especiales lazos que SM el Rey mantiene con esta comunidad que vive en Marruecos y en todo el mundo.