El Mediterráneo es una zona de tensión migratoria y el Magreb se ha convertido en una zona tapón, acogiendo cada vez más a trabajadores procedentes de África subsahariana, pero también a sus estudiantes y enfermos, subraya el ensayista y consultor francés.
En su opinión, Europa debe observar la evolución política de los países del Magreb y apoyar sus economías.
"¡Europa debería apoyar las economías de estos países, no por altruismo, sino porque le interesa!" insiste El Karaoui, calificando de "grave error" el hecho de no consagrar un capítulo a la orilla sur del Mediterráneo en el plan de recuperación europeo post-covid19.
"Sí, un grave error. El plan de recuperación europeo de 750.000 millones de euros está reservado a los europeos. Sin embargo, el apoyo presupuestario es muy insuficiente en el sur del Mediterráneo, sobre todo porque la situación de las finanzas públicas se deterioró antes de Covid", explica el experto que aboga por una ayuda masiva de los países europeos a sus socios de la orilla sur del Mediterráneo.
El Karaoui, fundador del Club del Siglo XXI, destacó también el retroceso de la influencia de Europa en la orilla sur del Mediterráneo frente al interés de otras potencias, señalando que "cuanto más China, Turquía o Rusia se interesen por el Magreb, menos inclinados estarán los países de esta región a defender las políticas europeas".
"Estarán más interesados en desarrollar sus relaciones con sus nuevos socios", estima.
"Si Europa no tiene cuidado, los dirigentes políticos del Magreb le darán la espalda", indica El Karaoui.