En sus comentarios sobre el discurso real, estos actores chilenos señalaron el papel de Marruecos como factor central en el establecimiento de la paz y la tranquilidad en el Magreb y la región mediterránea.
Así, el diputado Miguel Ángel Calisto alabó el "carácter primordial" de la contribución de Marruecos al diálogo, la convivencia y la paz en el norte de África, gracias a la profundidad de su historia milenaria, su tradición de tolerancia, la fuerza de sus instituciones y la eficacia de sus servicios de seguridad.
"Todos estos son elementos que han permitido a Marruecos preservar su independencia y garantizar la libertad de su pueblo, manteniendo al mismo tiempo estrechas relaciones" con otras naciones.
Por su parte, Cristina Orellana, miembro del directorio de la "Fundación África-América Latina Siglo XXI" en Chile, afirmó que "incluso en tiempos de adversidad, la voz de Marruecos ha surgido como una voz firme y decidida para el diálogo" con otros países.
El discurso de SM el Rey ofrece "un rayo de esperanza" para restablecer los canales de diálogo y de concertación, añadió Orellana, elogiando al mismo tiempo la solidez de las instituciones marroquíes que permiten al Reino hacer frente a sus enemigos con confianza y determinación.
El jurista y académico Roberto León, presidente de la Fundación Global Chile-Marruecos, destacó el llamamiento contenido en el discurso real para que se respeten las opciones y decisiones de Marruecos, un país soberano y libre.
En cuanto a las relaciones con España, que han experimentado turbulencias en los últimos meses, el jurista chileno recalcó que esa página está a punto de ser superada y que ambos países se preparan para recuperar "la confianza mutua que nunca debió perderse".
Por su parte, Álvaro Rojas, académico y presidente de la "Fundación África-América Latina Siglo XXI", matizó que el discurso de SM el Rey demostró, una vez más, que "el diálogo y la diplomacia son las dos herramientas centrales en las relaciones internacionales".
Rojas dijo estar seguro de que este llamamiento al diálogo será bien recibido, "no porque responda a un interés particular, sino porque es el intérprete del sentir de todo un pueblo" a favor de la estabilidad en el norte de África y en las relaciones entre África y Europa.